Sean las primeras líneas para saludarlo y desearle éxitos en sus funciones cotidianas.
La presente nota tiene como fin expresarle nuestra indignación y preocupaciónrespecto a una nota periodística redactada por un corresponsal del medio de comunicación que usted dirige, quien responde al nombre de Gabriel Zendejas. La noticia a la que hacemos referencia es del día 21 de septiembre de 2009 y lleva por nombre “Novios se acuchillaron”.
Vemos con suma inquietud esta nota, ya que los hechos que en ese artículo se narran no ocurrieron de esta manera. Primeramente por fuentes judiciales tenemos conocimiento de que la víctima no tuvo oportunidad de defenderse ante el ataque de su agresor, que los dos únicos testigos del hecho fueron el agresor y su víctima por lo que la única versión que se tomó en cuenta para la redacción de esa nota fue la de un victimario que en defensa propia relata ser la víctima, cuando las evidencias forenses y testimoniales arrojan la cruda realidad de que la víctima no presenta marcas ni señales de defensa, demostrando lo artero y cobarde de una agresión fulminante. Por lo que se puede ver que el informe de este seudo-periodista es totalmente tergiversado y poco objetivo. Vemos en la tendencia y orientación a la narración del hecho, una apología al femicidio y una apertura de puerta legal para que el asesino se burle de la justicia, ya que sin ninguna investigación veraz y objetiva sólo absolutiza el punto de vista del homicida. Observamos la intención amarillista de hacer aparecer el hecho como una trifulca extraordinaria entre dos iguales, donde ni tan siquiera eran novios o parejas estas dos personas.
Según testimonio del mejor amigo del homicida que se encontraba presente aunque dormido relata como mató a sangre fría a la joven y se ensañó en propinar una desmezurada cantidad de cuchilladas, mientras que él no presentaba más heridas, que las que él mismo se proporcionó para acallar su conciencia.
Queremos denunciar que este tipo de redacción pretende chantajear y lucrar con la familia del victimario, que como sabemos es acomodada y de poder político, proporcionando falsas cuartadas para ser utilizadas en burlar el justo castigo que la ley otorga a quienes cometen semejantes crímenes de género.
La actitud y poco profesionalismo de este pseudo-periodista se reflejan en la intención de posibilitar el manejo de la opinión pública para burlar el estado de derecho y por otro lado explotar el morbo en función del dolor ajeno.
La falsedad evidente de este relato queda en evidencia frente a las pruebas testimoniales y forenses que las autoridades y testigos han aportado para el esclarecimiento de este crimen.
Los medios de comunicación juegan un papel importante en la prevención del delito y en la educación de las masas contra los prejuicios y costumbres sociales irracionales que por siglos se han enquistado en nuestras sociedades subdesarrolladas, papel que su periódico vergonzosamente no ha jugado en este caso.
Nosotros los periodistas bolivarianos de Panamá expresamos nuestro total repudio y condena al cobarde y salvaje crimen cometido en contra de una brillante y destacada estudiante universitaria, militante de la lucha por los derechos humanos y de las mujeres, y esperamos que la palabra justicia tenga cabida dentro del proceso legal que las autoridades mexicanas llevan adelante en tan aberrante caso.
Creemos conveniente sugerir para el mejoramiento del servicio público que debe rendir un medio de comunicación social, que en la página web de su periódico se debe incluir al pie de las noticias una sección donde los lectores puedan expresar su opinión y contribuir a enriquecerla, incluir direcciones de correos electrónicos donde poder comunicarse con el periodista que escribe la noticia, con alguna sección interna de defensa de los lectores y mecanismos para poder comunicarse directamente con la dirección del periódico, medidas éstas que faltan en su diario y que son comunes en los periódicos de Panamá, los cuales no tienen la magnitud ni el desarrollo de los mexicanos, pero que si respetan y desarrollan los derechos del lector.
Agradeciendo su atención y divulgación de esta nota, nos despedimos de usted con todo respeto,